domingo, 6 de febrero de 2011

Sobre mi y mis Lentes.

Me saco los lentes y apago la luz. Aunque nose porque apago la luz, quizás costumbre. Sacarme los lentes significa para mi no ver. No ver lo que me rodea. Desligarme un rato de toda esa mierda que busca afectarme. Esa mierda que me busca. Pero si me saco los lentes, la mierda se va. O simula irse. O al no verla nose si está allí o si se fué. 
Es inexplicable lo que siento cuando me sacó mis anteojos. Son parte de mi ser. Antes me daba terror, me los sacaba y la sensación de no ver apenas de que color son mis uñas me daba miedo. No me podía explicar como no veía nada y me preguntaba si algún día iba a quedar cegada. Si me iba a perder infinitamente en la nada. "Observar es lo que más me gusta en la vida, hasta el más mínimo detalle" Pensaba. Qué pasa si algún día ya no puedo. Pero por ahora estoy bien con mi gran aumento. Y ya no dramatizo tanto. Ahora lo veo como un beneficio el no ver en esos días que no soporto ni mirarme al espejo, ni mirar la cara de la persona a la que amo. En esos días que ver me hace sufrir me quito los lentes y me engaño fácil. Y lo llamo engaño porque todo eso sigue allí pero como yo no lo veo, me convenzo de que no está.

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